Un purificador de aire o acondicionador de aire es un pequeño dispositivo que elimina pequeñas partículas en el aire, generalmente para mejorar la calidad del aire interior. Por lo general, estos dispositivos se venden por ser particularmente beneficiosos para quienes padecen asma y alergias y también para eliminar o reducir el humo de tabaco ajeno. Sin embargo, también se pueden utilizar para una amplia gama de otros fines. Los usos más comunes son en cuartos de limpieza, donde un purificador puede eliminar muchos tipos de ácaros del polvo y otros alérgenos, como el polen y las esporas de moho.
Los purificadores también tienen un papel que desempeñar en la mejora de la calidad del aire interior porque a menudo cuentan con filtros HEPA (aire de partículas de alta eficiencia). Los filtros HEPA utilizan una serie de filtros especializados para eliminar partículas muy pequeñas del aire. Esto se hace atrapando los contaminantes dentro de las fibras grandes, que luego se liberan al aire. Sin embargo, hay una serie de desventajas con este enfoque. En primer lugar, los filtros HEPA no eliminan eficazmente partículas muy pequeñas, solo microorganismos y alérgenos.
Esto significa que un purificador de aire debe estar especialmente adaptado para su uso con tipos específicos de purificación de aire, lo que significa que la mayoría de los filtros HEPA utilizan los filtros descritos como filtros de "alta eficiencia" o "alto flujo". Estos se basan en el hecho de que atrapan partículas mucho más grandes, por lo que necesitan un volumen interno mayor para atraparlas. Además, los filtros HEPA pueden atrapar partículas de ácaros del polvo y alérgenos incluso después de que se haya quitado el filtro de la unidad, lo que significa que será necesario reemplazar la unidad con regularidad para mantener un rendimiento óptimo. Otra desventaja es que reemplazar el filtro HEPA puede resultar muy costoso, lo que lo hace inadecuado para algunas aplicaciones.
Una forma más tradicional de eliminar los olores del humo y otros olores indeseables es mediante un proceso llamado carbonatación. La carbonatación se puede aplicar utilizando vapor de agua o mediante un proceso conocido como "carga en seco", en el que el purificador de aire se carga haciendo pasar agua a través de él. Esto evita que los compuestos orgánicos volátiles (COV) y los óxidos de nitrógeno se adhieran a la superficie del purificador de aire. Si está buscando un purificador de aire para reducir el humo y los olores en una habitación en particular, debe buscar uno que tenga capacidad de carga en seco.
Sin embargo, si padece alergias o asma, existe una forma mucho más sencilla de controlar el nivel de contaminación interior de su hogar. Un purificador de aire con ionizador puede eliminar por completo estos problemas de salud. Un ionizador actúa eliminando toxinas, metales pesados y bacterias del aire interior. Además de esto, también puede ayudar a eliminar irritantes y olores. El resultado es que terminas respirando más fácilmente y con menos problemas y alergias.
El purificador de polen y aire alérgico es ideal para personas alérgicas. Se asegurarán de que disfrute de un aire más limpio para que pueda respirar con más facilidad y confianza. El polen y el polvo pueden agravar las alergias y provocar dificultades respiratorias. Por lo tanto, puede ser una buena idea invertir en un sistema que pueda garantizar que respire mejor y lleve un estilo de vida más saludable.